Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales https://flynnvfaq252418.blogunteer.com/37349245/qué-pasó-realmente-en-el-cabezazo-de-zidane